Gracias al avance tecnológico, una bicicleta eléctrica es un vehículo relativamente simple y sin apenas mantenimiento.
Básicamente, una bicicleta eléctrica es realmente una bicicleta normal al que se ha acoplado un motor eléctrico accionable solo cuando se pedalea para lo cual también cuenta con una batería lo suficiente potente para suministrar energía durante el máximo de tiempo disponible.
Puede ser como más nos guste (de ciudad, montaña, carretera o trecking). En ocasiones las bicicletas eléctricas que se venden ya montadas pueden tener pequeñas modificaciones para pasar los cables o adaptar la batería.
La parte eléctrica es la encargada de detectar el movimiento de la bicicleta y enviar energía (almacenada en la batería) al motor.
El principal componente es el Motor . Es, sin duda una de las partes más importantes de la bicicleta eléctrica. El motor puede ser tipo HUB brusless (delantero o trasero) o en raras ocasiones central.
Los motores tipo HUB son los que van insertados en el propio buje de la rueda y como era de esperar son los motores más populares. Este tipo de motor se puede instalar en la rueda delantera o trasera e incluso en ambas ruedas a la vez . Estos motores no afectan a la parte ciclo, y su funcionamiento es muy suave y lineal.
La mayoría de los motores integrados en las bicicletas eléctricas son motores DC Brusless, es decir: sin escobillas. Las escobillas establecen la conexión de la parte fija del motor -el estátor– con las bobinas del rotor. Sin embargo, los motores brushless son capaces de cumplir este cometido sin fricción, y esto se traduce en una ausencia de desgaste que repercute en un nulo mantenimiento futuro. Pero -cuidado- sólo en ésta parte del motor.
Los motores tipo central se instalan en el eje pedalier. Su instalación es más compleja y, en ocasiones, requieren que la bicicleta tenga un cuadro especial. La ventaja de los motores centrales es que pueden hacer uso de los cambios de la bicicleta, y de esta forma, optimizar la relación par-velocidad
Batería:
De Pb (Plomo): las más económicas, muy fiables pero también bastante pesadas. A causa del exceso de peso suelen usarse en scooters, ciclomotores, pero en las bicicletas eléctricas ya no se las lleva. Tienen una vida útil de aproximadamente 500 ciclos de carga o de 2 años.
De Ni – Mh (Niquel – Hidruro metálico): son bastante delicadas, requieren un mantenimiento mas exhaustivo, ya que hay que descargarlas de forma completa para volver a cargarlas en vistas a evitar el “efecto memoria” (si la carga no es completa se crean cristales dentro de la batería que reducen su capacidad).
De Li (Litio): son las más populares, ecológicas y más fáciles de mantener de las que existen en el mercado. Carecen del efecto memoria, son más pequeñas y aunque las hay de varios tipos (frog, tubo, etc.) son mucho más livianas que las dos anteriores. Actualmente todas las baterías son de tecnología Litio. Otras tecnologías, como el Ni-Mh o las de plomo han quedado obsoletas hace años. Dentro de Litio hay varias clases:
- Litio-Ion: Es la tecnología más extendida por su equilibrio entre capacidad, ciclos de uso (unos 1000), peso y precio.
- Li-Fe: Ofrece más ciclos de uso (unos 2000), pero es un 50% más pesada y más cara. El peso es un factor determinante, por lo que no es muy usada.
- Li-Po: Son ligeras y con alta tasa de descarga, pero son inestables (peligrosas) y sus ciclos de vida pocos, en torno a 180. Son más apropiadas para usos en vehículos radiocontról (aviones, helicópteros, drones) que para bicicletas.
Sensor de pedaleo
El sensor de pedaleo detecta la velocidad (cadencia) a la que pedaleamos, y envía esta información al controlador. Hay sensores de pedaleo que detectan adicionalmente, la fuerza en la que pedaleamos, pero su uso es complejo y son más recomendables para terrenos con poco desnivel.
Controlador:
Recibe la señal del sensor PAS, y según el nivel de asistencia que tengamos definido, envía electricidad al motor. La potencia de los controladores se mide en Amperios, y envían la potencia al motor en forma de pulsos.
Algunos consejos de mantenimeiento para una e-bike
1-Para que una batería se mantenga en buenas condiciones, los fabricantes suelen recomendar que se proceda a recargarlas después de cada uso, cuidando no dejarla sin cargra durante mucho tiempo. En caso de que no usemos la bicicleta eléctrica por un periodo determinado, para conservar las baterías en el mejor estado hay que cargarlas al menos cada 2 meses.Los tiempos de recarga son variables y exclusivos de cada modelo, aunque fluctúan entre las 4 y las 6 horas. La gran mayoría de los cargadores son del tipo “inteligente”, pero si es posible, lo mejor es desconectarlas de la red eléctrica antes de que transcurran 8 horas seguidas de conexión.
2.- Si su bicicleta eléctrica tiene acelerador, intente limitar su uso. Piense que el “tirón” que tanto te gusta cuando lo acciona acabará afectando a la geometría de los engranajes (si lo lleva el motor ) y a su vida útil. Si acompaña la salida con una ligera presión del pedal, le estará haciendo un favor enorme a su motor.
3.- Revise periódicamente la rigidez de los radios. Los radios de los motores traseros no sólo tienen que soportar tu peso, sino también el tremendo par de torsión del motor. Si escucha un tintineo en la rueda trasera, compruebe la dureza de los radios. Es probable que tenga alguno flojo o incluso suelto.
4.- Cuidado con la salida del cable de motor. Échele un vistazo de tarde en tarde a esta parte y asegúrese que que la curva que hace el cable dentro de su alojamiento es la normal.